martes, 30 de agosto de 2011

" Dicen que en el amor siempre hay uno que quiere más al otro... Dios mío, cómo me gustaría no ser yo"

Explicar con una mirada lo difícil que se hace vivir en cortas palabras…
Mirarte y saber que estarás ahí siempre. En mi tristeza tu sonrisa hará que todo fluya sin pensar en un mañana, el cuál creará esa disputa que me estremece.
Contigo ahora y siempre.
Es ahora cuando debo actuar, demostrar aquello que en la oscuridad se perdía y que, en este momento, grita aquellos llantos que alimentaban esas noches… Que decaía pensando en un futuro. Ese futuro que puedo rozar con mis manos.
Tu presencia es más bonita que cualquier aurora en otros brazos inconformistas.
Porque eres todo mi ser, o, sino, gran parte de él.
Sufrir al desaparecer tras vagos pasos… Sombras oscuras con un rostro pesado, gritando…
Ciegos ojos que ven lo deseado.
Así me siento.
Como el sutil viento marcado en bellas nubes y alientos entrecortados…
Un lugar escaso.
Una ola libre que rompe al llegar su espumoso estado… Libre.
Libres manos que acarician esa piel limpia y suave.
Libres palabras que suplican lo esperado y que no vuelve.
Imágenes que reflejan la felicidad que nos rodea a ambos cada vez que se unen nuestros labios entrelazados.
Simplemente la luz, el día, la noche, la soledad, el frío y tempestad… Todo aquello que sólo tú puedes solucionar… Mi flojedad queda tachada

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