sábado, 26 de mayo de 2012

.

No tengo miedo.
El destino es aquel que uno mismo siembra.
No tengo miedo. Estás a mi lado y lo único que quiero es que permanezcas ahí… No es nada.
Las palabras son eso… Palabras.
Demuestra y haré que toques el cielo. Volar, ser libre de cualquier penitencia.
Sonríe y seré alguien distinto en este mundo de hipócritas, que crecen tras rumores que esconden lo evidente.
Llora y habrá una excusa para crear esa satisfacción que me recorre.
Cuántas veces habremos dicho algo en silencio… Todo lo que estas líneas contienen y que al mismo tiempo está tan lejos.
Durante mucho tiempo creí sin ver, relacioné lo impensable… Y aquí estoy yo, tirada y sin ninguna vía de escape. Estoy atrapada sin salida en esta habitación repleta de puertas. 
No quiero pensar. Ver, mirar, observar. Sinónimos de lo que hizo esto más fuerte. Nadie me dirá qué hacer, ser lo suficientemente realista y ver que tengo todo a mi favor.
Que eres mío…
Costó decirlo, y costó sentir. Dime qué soy para ti y todo quedará dicho.

miércoles, 31 de agosto de 2011

La esperanza es lo ultimo que se pierde

 Ella camina... Ella camina por esos lugares de tanto desengaño, recordando lo que un día fue y ya no es. Lo que fueron y ya no volverán. Recordando las risas, lágrimas, gritos y abrazos que un día pensó no echar nunca en falta, porque siempre los tendría... La esperanza de mantenerlo ahí tanto tiempo.
Imaginaba, e imaginaba lo que pensaba.
Al final de la noche siempre el llanto la visitaba.
Pasó todo con tal rapidez que ni ella percató la falta de amor que el destino le dejó. Una traición.
Le hizo pensar, una vida entera, siendo todo más fácil, que cualquier enigma lo resolvería sin duda alguna, que los días brillarían y que a elegir no le daría.
Ella aún todo lo recordaba... Con una única mirada ellas dos se entendían. Su nariz arrugadita... Su mutua ironía. Todo ello le ayudaba a seguir adelante.
Entonces llegó él... Llegó el amor, la salvación eterna. Los colores en un cielo negro. Llegó la esperanza.
Llegó todo.
Con el tiempo la vida le dio una lección: No hay que ser ambiciosa. No puedes andar con los ojos cerrados sabiendo que caerás por un precipicio al dar tres pasos.
Ella dio dos. Deseaba demasiado.


Planear un futuro, ver que en poco tiempo todo se destroza.


Cada noche se lamentaba, pedía, rezaba. Al día siguiente era la misma rutina hasta que su alma la abrazaba. Ahí es cuando ella valoraba.
- " Esto es lo único que necesito", pensaba
Sabía que no era culpable de nada.
Pero en la soledad de la nocturna, ahí... Ahí lo descargaba todo.
¿ Que cuánto duró? Bastante, pero nada parecido a lo que ella imaginaba.
Aún la recuerda, a pesar de ser odio la mayoría del tiempo. Pero la recuerda. Cada lágrima, cada carcajada.
Lo vive en sueños con esperanza. Y por hablar, habla.

Es débil y nadie lo sabe. Lo es... Pero nunca olvidará que hubo un tiempo en el que, sin excepción, lo tuvo todo.

martes, 30 de agosto de 2011

" Dicen que en el amor siempre hay uno que quiere más al otro... Dios mío, cómo me gustaría no ser yo"

Explicar con una mirada lo difícil que se hace vivir en cortas palabras…
Mirarte y saber que estarás ahí siempre. En mi tristeza tu sonrisa hará que todo fluya sin pensar en un mañana, el cuál creará esa disputa que me estremece.
Contigo ahora y siempre.
Es ahora cuando debo actuar, demostrar aquello que en la oscuridad se perdía y que, en este momento, grita aquellos llantos que alimentaban esas noches… Que decaía pensando en un futuro. Ese futuro que puedo rozar con mis manos.
Tu presencia es más bonita que cualquier aurora en otros brazos inconformistas.
Porque eres todo mi ser, o, sino, gran parte de él.
Sufrir al desaparecer tras vagos pasos… Sombras oscuras con un rostro pesado, gritando…
Ciegos ojos que ven lo deseado.
Así me siento.
Como el sutil viento marcado en bellas nubes y alientos entrecortados…
Un lugar escaso.
Una ola libre que rompe al llegar su espumoso estado… Libre.
Libres manos que acarician esa piel limpia y suave.
Libres palabras que suplican lo esperado y que no vuelve.
Imágenes que reflejan la felicidad que nos rodea a ambos cada vez que se unen nuestros labios entrelazados.
Simplemente la luz, el día, la noche, la soledad, el frío y tempestad… Todo aquello que sólo tú puedes solucionar… Mi flojedad queda tachada