sábado, 26 de mayo de 2012

.

No tengo miedo.
El destino es aquel que uno mismo siembra.
No tengo miedo. Estás a mi lado y lo único que quiero es que permanezcas ahí… No es nada.
Las palabras son eso… Palabras.
Demuestra y haré que toques el cielo. Volar, ser libre de cualquier penitencia.
Sonríe y seré alguien distinto en este mundo de hipócritas, que crecen tras rumores que esconden lo evidente.
Llora y habrá una excusa para crear esa satisfacción que me recorre.
Cuántas veces habremos dicho algo en silencio… Todo lo que estas líneas contienen y que al mismo tiempo está tan lejos.
Durante mucho tiempo creí sin ver, relacioné lo impensable… Y aquí estoy yo, tirada y sin ninguna vía de escape. Estoy atrapada sin salida en esta habitación repleta de puertas. 
No quiero pensar. Ver, mirar, observar. Sinónimos de lo que hizo esto más fuerte. Nadie me dirá qué hacer, ser lo suficientemente realista y ver que tengo todo a mi favor.
Que eres mío…
Costó decirlo, y costó sentir. Dime qué soy para ti y todo quedará dicho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario